La Confederación Nacional Agronómica, es una organización gremial que aglutina a la mayor parte de los Agrónomos Mexicanos, que está cumpliendo 99 años de su fundación; en su historia ha transitado desde el gobierno de Álvaro Obregón, pasando por Lázaro Cárdenas el gran promotor de las organizaciones para dar cauce a la institucionalidad, Manuel Ávila Camacho el último presidente militar, Miguel de la Madrid Hurtado el primer presidente del neoliberalismo, Vicente Fox el primer presidente de la alternancia y Andrés Manuel López Obrador primer presidente de la izquierda, que aclama el TEC-MEC para paliar la grave crisis económica que enfrentamos.
En sus 99 años, la agronómica ha tenido la capacidad de adaptarse a las circunstancias y trabajar coordinadamente con las instituciones encargadas de planear, instrumentar y promover el desarrollo del campo y se ha mantenido siempre en su alianza histórica con los campesinos de México.
En estos momentos enfrentamos la mayor crisis de salud, económica, de seguridad y de convivencia social que jamás hayamos enfrentado como país, en un mundo global.
En esta ocasión por cuestiones de espacio, me referiré solamente al tema económico que plantea la mayor recesión de los últimos 88 años, como lo escribe Rafael Croda en su columna publicada hoy en la revista proceso, que refiere el coordinador del centro de modelística y pronósticos económicos (Cempe) de la facultad de economía de la UNAM, el doctor Eduardo Loria.
Diversas instituciones han realizado estimaciones de variación del PIB, que se resumen en el siguiente cuadro:

El Cempe considera que el COVID-19 colocó a México ante dos escenarios macroeconómicos que, en promedio harían caer al PIB en -7.16% y que nos llevarían a una situación no solo de recesión sino de “depresión”, estimando que varios millones de mexicanos sufrirán un severo deterioro en sus condiciones de vida y la pobreza de ingresos aumentaría en 11.2% al pasar de 48.8% en el 2018, al 60% en el bienio 2020-2021, afectando a 14.1 millones de personas.
Con respecto a la pobreza alimentaria que según el CONEVAL afectaba a 20.4% de los mexicanos que no pueden cubrir la ingesta calórica mínima diaria, puede llegar al 40% el próximo año, es decir pasaríamos de 40 millones a 50 millones de personas y con ello pasar a los niveles que teníamos en los años 1996-1998, un retroceso de 20 años en el desarrollo del país.
Estas estimaciones se basan en las decisiones que ha tomado el gobierno federal y se descarta que vayan a tomar alguna de las 68 sugerencias que obtuvo el Consejo Coordinador Empresarial en los foros virtuales que organizó de manera abierta en los últimos días de abril.
Por ello se entiende la intención del presidente Andrés Manuel López Obrador, de modificar los esquemas de medición actuales de Crecimiento y PIB, por Desarrollo y Bienestar, respectivamente.
Sería interesante conocer cómo evalúan actualmente países como china, rusia, India , Venezuela y cuba, que poco a poco han abierto sus economías al mundo.
Por todo lo anterior y ante esos escenarios, los agrónomos hemos optado por tomar y sugerir a nuestros productores, las siguientes medidas básicas, independientemente de lo que haga el gobierno en sus tres niveles, a efecto de disminuir los riesgos una vez que se levante la cuarentena:
• Cubrir en lo posible o renegociar oportunamente nuestros adeudos.
• Reducir gastos no indispensables como compra de autos, compra de ropa, renta de aplicaciones de diversión de costo oneroso.
• Modificar nuestra dieta alimentaria de productos con alto contenido calórico, por productos naturales y sanos.
• Organizar reuniones de trabajo y familiares en espacios propios para evitar gastos de servicios.
• Organizar trueque o intercambio de productos y equipos que ya no se utilizan entre vecinos, familiares y amigos.
• Optimizar la aplicación de plataformas tecnológicas para desempeñar actividades laborales que no requieren presencia física y evitar gastos en traslados.
• Organizar pequeñas cooperativas de producción y consumo para la adquisición consolidada de insumos a mejores precios y venta de productos al consumidor directamente en su domicilio.
• Impulsar la agricultura de traspatio y las granjas familiares.
• Promover trabajo cooperativo en predios o parcelas que se encuentran ociosas.
• Organizar eventos de capacitación y formación educativa, aprovechando las nuevas tecnologías.
• Emprender nuevas actividades y diseñar nuevos productos con enfoque social.
• Visualizar siempre, que el final del túnel está el 6 de junio del 2021; que debemos participar todos para evitar elegir representantes resentidos, que piensan que son infalibles y que saben de todo, para elegir a personas sensibles, que respeten y apliquen la ley para todos mujeres y hombres, honestos y capacitadas, que busquen la unidad de los mexicanos y que respeten a todos los que diariamente se levantan de madrugada para dar su lucha por construir un mejor México.